ASÍ FUI YO

RARA AVIS - Crónica de la evolución de la demencia de un ente que no quiere reconocerse como ser humano, ya que su misantropía y sentimiento de ser ajena a ellos la supera. ¿Quién saldrá victoriosa de esta tortuosa disputa por el control de la vida de la pobre joven? ¿La hipócrita que el mundo se merece o la sincera? ¿La tonta sacrificada o la harta solitaria? ¡Pasen y vean! Son bienvenidos... enjoy the damned show

II
Crónica de mi eterna espera al despertar, de la vida de Lara, una humana en un gran momento de transición, que dice odiar a la humanidad pero se ve fascinada por cada aspecto de ellos: el cuerpo, la mente, el alma... la locura, la sexualidad, la inocencia, los límites...
Huida garantizada.

domingo, 16 de agosto de 2009

Dazed and Confused -para variar-


Mi cuerpo era presa de un calor agobiante, mientras mi alma se retorcía en las gélidas llamas del hielo.
No sé qué quise expresar con esta metáfora, o sí. Estos últimos días, en la Provincia de Buenos Aires, en Argentina, hemos estado viviendo un clima intermitente, del cual mi cuerpo ha sido víctima, y puedo asemejar con aquél en que ha estado sumido mi espíritu. De las llamas de la pasión al hielo de la indiferencia, en sólo unos pocos instantes. Instantes particularmente imprecisos, no sé si segundos, no sé si minutos: por eso empleé ese término. De todos modos, no creo demasiado en la existencia del tiempo...
Supongo que alguna vez en sus vidas sintieron que ya no había ni palabra, ni gesto, ni abrazo que los reconfortara. ¿Acaso alguna mirada? Verdaderamente no lo sé. ¿Lo saben ustedes? Es cuando uno se da cuenta de que ya no existen falsas soluciones, de que se debe recurrir a la solución raíz. Los caminos se bifurcan.
"Hoy" sí estoy solitaria. "Hoy" sí me invade un anhelo tremendo de irme, de caminar por las orillas del mar, de bailar bajo la lluvia, de mirar el amanecer, de ver la nieve caer, de refugiarme entre las sierras, en los paisajes más recónditos del mundo. "Hoy" sí tengo ganas de rendirme, de abandonar todo, de actuar como si mi vida pudiera ser pausada como la actividad de la computadora, de dejarla hibernando. No quiero morir, no. En absoluto. Simplemente necesito alejarme de todo. Pero no hay nada tan utópico como eso. Mis afectos no son responsables de mi estado. Que todos mis "yo" interiores estén en constante discrepancia, que analice demasiado lo que me rodea, que sea tan escéptica, que le eleve una loa a la duda... no, no es su culpa.

Pero qué hermoso sería si tuviera el control de esa supuesta dimensión existente llamada Tiempo, de la cual he mencionado mi desconfianza renglones arriba. Cómo crece en mí el ferviente deseo de pausarlo, de congelar todo en este instante y pasearme por delante de las caras de mis afectos, de sus cuerpos. Qué hermoso sería mirarlos a los ojos, leer sus intenciones. Qué hermoso sería convertirme en un ente extracorpóreo y ver toda mi vida, para finalmente volver a mí... pero, oh Lara, descuida: es imposible.

Y mientras mi mirada se pierde, conjuntamente con mi alma, intento refugiarme. El Arte siempre está ahí para cobijarme entre sus brazos: las ganas de leer, de escribir, de dibujar, de pintar, renacen en mí... me brindo a un mundo de lápices de colores, de teclados, de cafés, de hojas en blanco, de hojas escritas, de chocolates y nueces...

Algunos seres desconocen completamente su camino a "la felicidad". Yo particularmente veo la existencia de numerosos caminos, veo mis futuros alternativos y no me inclino por ninguno.

Quiero dejar de ser sólo un espectro, quiero dejar de sentir a este cuerpo como una prisión. Quiero reconciliarme con la extraterrestre que habita en mí, quiero acordar algo con la humana, y liberar a la mujer. No quiero dejar de soñar, mas quiero cumplir algún sueño. Quiero estar conforme con lo que implica mi reflejo en el espejo, con lo que éste me devuelve... no, conforme no. Conforme es una horrible palabra. Quiero decir: quiero estar más cómoda con ello. Quiero dejar de sentirme aburrida y por ello sentir que aburro a los demás.

Quiero llorar de una vez por todas, y cobijarme en brazos físicos.
Quiero sonreír de una vez por todas, y dejarme de estupideces.

Quiero discernir mis emociones.

Quiero vivir.


Quiero irme a la mierda.