ASÍ FUI YO

RARA AVIS - Crónica de la evolución de la demencia de un ente que no quiere reconocerse como ser humano, ya que su misantropía y sentimiento de ser ajena a ellos la supera. ¿Quién saldrá victoriosa de esta tortuosa disputa por el control de la vida de la pobre joven? ¿La hipócrita que el mundo se merece o la sincera? ¿La tonta sacrificada o la harta solitaria? ¡Pasen y vean! Son bienvenidos... enjoy the damned show

II
Crónica de mi eterna espera al despertar, de la vida de Lara, una humana en un gran momento de transición, que dice odiar a la humanidad pero se ve fascinada por cada aspecto de ellos: el cuerpo, la mente, el alma... la locura, la sexualidad, la inocencia, los límites...
Huida garantizada.

jueves, 15 de mayo de 2014

but the sun is eclipsed by the moon

Finalmente debo admitir que estoy en una recaída. Volví a mi antiguo vicio, el desorden de los horarios, el insomnio. Lo que antes consideraba sombras amorfas que se deslizaban en la oscuridad de la noche, por lo menos, ya han adquirido más forma frente a mis ojos, así que tan desesperada no me siento. Escucho música y doy vueltas en la cama, primero boca abajo, después hacia un costado, para arriba y al otro costado. Googleo la bandera de Lituania, juego al Preguntados con desconocidos, ¿cómo se hace un huevo pasado por agua? me gustaba un montón cuando era chica. Es imposible, no voy a pegar un ojo, no paro de pensar en esos fallos y aunque sepa que no es nada relevante en la vida dejar una materia, no puedo dejar de meditar qué decisión tomar y cómo seguir. "No pienses en el futuro, todo va a ser peor si no dormís", me digo, pero en cuanto empiezo a despejar la mente el calor me invade y me saco las medias, me levanto y vuelvo a poner la música por si el loco de arriba empieza con Slipknot y i feel the hate rise up in me, pienso en ducharme pero calculo que ya deben estar por ser las seis, no hay tiempo que perder. Quiero dormir aunque sea una maldita hora, cuarenta minutos, desenchufarme nomás. Pero no basta con sacarme las medias, me cambio el pantalón por una pollera, como chocolate, el estómago me gruñe, me reprocha, y me doy cuenta de que es hora de aprender a cocinar, mi amor. Me distrae un solo de derbake mental pero lo opaca un mosquito, que me saca de la calma y muero de impotencia. No toco el celular desde hace una hora, ya el cubrecama está a los pies de la cama y solo me cubre una sábana. La lluvia ya paró e intuyo que ya deben ser las siete. Escucho esos tambores de mi preadolescencia, Corey Taylor y sus secuaces vienen a por mí. En un rato ya voy a estar saliendo de casa.

jueves, 8 de mayo de 2014

chronica dementiae

Ya de por sí estoy medio loca, pero si sigo viviendo en este lugar de mierda esto se va a volver una verdadera crónica, con bastantes vacíos narrativos, de cómo me fui volviendo completamente loca, de cómo ese proceso llegó a su cúspide, gracias a este pendejo de mierda. Tengo una ira abominable, la siento estúpida, es una ira tan darkie, ira escuchando Slipknot, no por mí, por él. Son las 06.58 y ver ese número me daña la vista, suerte que ya es otoño y no está amaneciendo, porque el amanecer tiene esa carga simbólica tan fuerte... ¿El reloj organizar de mis días? ¿la técnica? ja, es este pelotudo el que me organiza los días, cuando puedo salir sin que me tire por las escaleras, no soporto más, no soporto los ruidos y principalmente no soporto poder gritar, no soporto no tener un arma y matarlo, no entiendo cómo puede seguir acá, tengo la puntería de que cuando me voy a dormir justo se despierta, basta, por favor, necesitaba descargarme.