ASÍ FUI YO

RARA AVIS - Crónica de la evolución de la demencia de un ente que no quiere reconocerse como ser humano, ya que su misantropía y sentimiento de ser ajena a ellos la supera. ¿Quién saldrá victoriosa de esta tortuosa disputa por el control de la vida de la pobre joven? ¿La hipócrita que el mundo se merece o la sincera? ¿La tonta sacrificada o la harta solitaria? ¡Pasen y vean! Son bienvenidos... enjoy the damned show

II
Crónica de mi eterna espera al despertar, de la vida de Lara, una humana en un gran momento de transición, que dice odiar a la humanidad pero se ve fascinada por cada aspecto de ellos: el cuerpo, la mente, el alma... la locura, la sexualidad, la inocencia, los límites...
Huida garantizada.

lunes, 29 de junio de 2009

Contradicciones


-Algunos seres son dueños de una mezcla tan encantadora y envidiable como

detestable, de

valentía


y



desparpajo.



Ojalá fuera mi caso.-

sábado, 20 de junio de 2009

Y el Premio al Pensamiento Pesimista del Día es...


No importa


cuánto te reprimas las malas intenciones por buena voluntad,


el otro siempre encontrará oportunidad de no hacerlo.





(Que conste que no pienso tan, pero tan mal, de todos)

Y la curiosidad mató al gato


Suele decirse que la curiosidad mató al gato. Y bueno: a veces uno prefiere no saber, y otras considera que es mejor el conocimiento que la ignorancia.

La curiosidad y la necesidad de no perderse de nada te lleva a retorcerte de repulsión e indignación,


y a fantasear con un homicidio -vaya exageración-.

Condenando




Cuando no tenemos pruebas concluyentes, solemos establecer veredictos por suposiciones. Y a veces todas las circunstancias apuntan a la culpabilidad del sujeto. Pero claro, tenemos buena fe... y lo consideramos i n o c e n t e. Puede llegar a serlo.

jueves, 18 de junio de 2009

El círculo vicioso de la comodidad e incapacidad


"Muchos reciben educación. Una menor cantidad la transmite. Pocos la tienen." Anónimo

"¿Cuál es la relación entre...?" dice el profesor. Los alumnos se callan inmediatamente y sus semblantes se tornan algo desconcertados. El profesor hace caso a esta interrupción tácita y la vuelve expresa, diciendo: "Ni siquiera terminé la pregunta. ¡Era con dos conceptos que vimos en clase! ¿Por qué se adelantan siempre? Digo la palabra "relación" y ya se asustan...".
Triste. Es decir, no es una situación conmovedora y que induzca a las lágrimas; pero asusta saber que dentro de dos años esos seres votarán y se convertirán en engranajes fundamentales para el funcionamiento del sistema económico y social. Dejo constancia de que escribo esto en tercera persona porque me refiero a los alumnos de un ejemplo imaginario, y también debo mencionar el no nimio dato de que lo único con carácter ficcional en él es la carencia de nombres (dado que he estado inmersa en una situación semejante). Sin embargo, y a pesar de mi lucha, pertenezco a esta generación, no sólo físicamente, sino además mentalmente -somos como esponjas, absorbemos todo, sea positivo o negativo-. Otra cuestión que me urge aclarar es que el presente ensayo no pretende ser un ataque gratuito a mi generación; sí una crítica al sistema social en su totalidad, así como una invitación a éste a revisar su moral y sus actos, pero particularmente, a mis contemporáneos, para que rajen la pared repulsivamente uniforme que formamos, para que dejemos de ser marionetas de una vez por todas, demostrando verdadera libertad. No soy quién para determinar qué es la libertad en la pureza de su significado, pero al ser éste mi texto en el que tengo pleno derecho a expresar mi pensamiento, me atrevo a decir que ésta reside en la mente y no necesariamente en una conducta repleta de excesos e intentos banales de llamar la atención -como muchos adolescentes creen, gracias a años de tergiversar ese hermoso término-.
Muchas cosas me han llevado a que este tema captara tanto mi atención. Entre otras, situaciones como la que mencioné, y el hecho de preguntarme acerca de qué haré luego de terminar la secundaria. En síntesis, el darme cuenta de que ahora no tengo demasiadas opciones, de que me siento bastante inútil e incapacitada, me frustró. Numerosas veces me han dicho que no iba a costarme demasiado, pero que sí iba a tener que dedicar mucho tiempo en caso de seguir una carrera universitaria. Ahora bien, tenemos otro problema: la gente suele guiarse por las calificaciones.
Las notas. Qué gran engaño. En teoría, ¿qué demuestran? ¿La calidad del desempeño de un alumno en una materia? Creo yo que hoy en día ni siquiera ello: ya están extendidas muchas prácticas de copia, y no se necesita en la mayoría de las materias, de una gran inteligencia. Astucia y algo de buen léxico, es suficiente. En algunas, ¡simple memoria! Cuando se acerca un examen de un profesor que suele hacer pensar un poco más de lo acostumbrado, los alumnos entran en pánico. ¿Por qué? Porque no estamos acostumbrados a pensar. Los exámenes son índices de, en todo caso, habilidad y responsabilidad.
Los programas enviados por el Ministerio "emboban". ¿Los profesores? Pocos tienen la fortaleza suficiente como para soportar si pretenden implementar técnicas innovadoras. Muchos ya han sido educados de esa manera y es difícil darse cuenta del sin sentido de dar contenidos con dudosa aplicación. ¿Los alumnos? Creen en una sociedad materialista, inmersos en los revuelos sociales, y oyendo críticas políticas de seres supuestamente capacitados que ni siquiera tienen idea de lo que hablan. Hablan y hablan, el ser humano habla por hablar... deberíamos aprender el valor del silencio.
¿Las reformas educativas? En las generaciones ya crecidas queda en ellas dejar la huella innovadora en su ámbito, pero se podría hacer algo con las que se inician en la educación. ¿Cuántas reformas hubo ya en el nivel secundario generando mayor incapacidad de la que había? ¿Por qué no se empieza por reformar los niveles iniciales explicando la raíz de la Matemática, para qué sirve en la cotidianeidad; fomentando la lectura y consecuente creatividad; la liberación de los sentimientos mediante el Arte; la importancia de la Ecología; la salud y del conocer nuestros derechos...?
Pero no. Debo estar pidiendo demasiado. Aunque estoy a tiempo: ya que me he dado cuenta de estas cuestiones, es mi deber moral capacitarme realmente, -no cobrar un sueldo por algo que haga mal- ¿cuántos profesionales y universitarios en general, o gente con estudios secundarios no aprovechan su capacidad cerebral?-, e intentar, desde mi lugar pequeño en el Universo, romper este círculo vicioso.-








(Ensayo que hice para Literatura en el colegio x) )

miércoles, 17 de junio de 2009

Preludio inconstante


Del amor al odio, de la exaltación a la pasividad absoluta, de la inspiración al vacío.
Siempre extremos. ¿Puede acaso el artista vivir en un punto medio? ¿Actuar conforme a las reglas sociales? ¿No es la libertad inherente al Arte? ¿O es el Arte mera consecuencia de la necesidad de libertad?
La liberación de mis sentimientos no coincide precisamente con la comodidad. Evidentemente es menester que decida mi modo de vida: no tengo la suficiente fortaleza como para llevar ambos estilos. Ese intento desesperado y patético de mantener relaciones diplomáticas no me llevará a nada.
La llama de la inspiración cede paso a ese vacío insoportable, que cuando me aprisiona me despierta la añoranza de cualquier emoción, sin importar su índole; la exaltación carente de sentido perceptible da lugar a una pasividad detestable en el que la mente se siente vagando por el Cosmos y el alma inquieta; el amor por lacomplejidad de la mente humana y de su espíritu es vilmente transformado en una especie de odio violento.
Las ideas colisionan en mí constantemente. No hay orden en esta lucha, ni productividad. Ello desemboca en conversaciones incoherentes, comportamiento inconstante, textos inconexos y sueños perturbadores, en los que la incomodidad llega a tal punto que anhelo despertarme.
Esta ciclotimia me empuja hacia el Arte. Espero con ansias el día en que logre una gran obra. Ojalá eso suceda alguna vez. "Solamente" pretendo despertar sentimientos.
Los sentimientos son... sentimientos. Más allá de lo difusa que pueda ser la línea divisoria del bien y el mal, ¿se debería calificar de buena persona a un ser por sus sentimientos o por sus actos? ¿Es más noble quien siente cosas bellas o quien aun al borde del abismo conoce y admite sus errores, actuando acorde a sus creencias? ¿Es posible reprimir lo que uno siente? Peor aún, ¿es sano? ¿Es correcto? ¿Hasta qué punto debería uno ser sincero y auténtico? Y, lo más importante... ¿merece acaso la especie humana sinceridad?

sábado, 6 de junio de 2009

El Arte II


2) ¿El Arte tiene límites?
Ya he dicho cuáles son las condiciones, a mi parecer, para que cualquier cosa se convierta en arte, o tenga la cualidad artística. Claro que soy partidaria de la amplitud mental, pero ha llegado un punto en la sociedad en que la amplitud mental -al menos en el Arte- roza con el "me hago el artista y en realidad esto es un robo". Creo que principalmente esta condición influye en la calidad de la obra, y ahí es donde entra también esta cuestión antes mencionada de "la validez de los significados".

3) El Artista: La transgresión moderna
Hoy en día, cualquiera es trangresor. Se pinta a un hombre y una mujer teniendo relaciones sexuales y es transgresor; se hace un collage con dos personas del mismo sexo en esa situación y es transgresor; se dibuja un personaje religioso teniendo sexo y es transgresor. Sexo, sexo, sexo. Religión, religión, religión. Sexo, homosexualidad, religión. En una sociedad donde la trangresión a la religión, por ejemplo, está en boga, ¿es eso transgresor?... en una civilización donde el sexo tiene tanta preponderancia, una obra semejante, ¿qué normas transgrede? La transgresión depende del entorno. Es increíble cómo se contenta, por decir un sector social -según la edad-, a la juventud, con la transgresión religiosa, con la sexual. Más que una obra de transgresión, me resultan obras de reflejo.

4) ¿Qué es ser Artista?
Comúnmente se cree que el artista es el que vive del arte como trabajo, el que tiene estudios. Bueno, para mí no. Para mí va más allá de eso, hay una cierta distinción, como cuando se hace la diferencia entre el filósofo y el profesor de Filosofía. Existe el artista en desarrollo y el que está en potencia, pero hay una característica que une a ambos: el fuego de los sentimientos, el sentir con pasión, la hipersensibilidad.

Finalmente, debo decir que el Arte, si mi vida tiene sentido, es uno de ellos. Es catarsis pura. Y como me harté de escribir a modo "mi libro de Teoría de las Organizaciones" -obviamente me sale así, y con esto no me refiero a que esté correctamente escrito, pero... parece un artículo periodístico pobretón-, les digo: Viva el Arte, carajo.

viernes, 5 de junio de 2009

El Arte


Y sí. Cuando tenés que ir a un médico en Palermo a la mañana, corrés el riesgo de andar esnobeando todo el día. O casi. En fin, ése fue mi caso. Esnobear sin ser snob: en verdad, ¡traicionar al esnobismo! No fui en mi auto top -del cual carezco-: sí en colectivo y subte (ah, por cierto, comuníquenme si estoy equivocada al afirmar que la combinación del sonido del violín y el acordeón, y el ruido que hacen los trenes al circular por las vías subterráneas, proporciona un aire macabro al ambiente, o bien inquietante). Me acompañaba mi viejo, llegamos temprano, y nos dijimos "Vamos a tomar algo", pero claro, se supone que si vas al dentista tenés que tener los dientes limpios. Bueno, la solución era simple: como la más crota e improvisada, me compré un cepillo de dientes y una mini pasta dental. A nadie le interesan estos detalles absurdos, supongo, pero... le aportan idiotez al texto, me hacen sentir cómoda. Listo. Confitería amplia, arreglada, con vista al Puente Pacífico (che, tampoco se crean que estoy para despilfarrar guita, que conste en actas (?) que tampoco me fui a comer un pato a la naranja al Restaurant de San Burumbumbo de los Mares Top). Como los más tradicionales, salieron cafés con leche y medialunas. Y, por suerte, resultó arruinar todo acto de esnobismo mojando las medialunas en los cafés. Eso es egestarte en el entorno, qué bien se siente.
Segundo Capítulo: sacarse y ponerse los aparatos removibles. Ahí sí puede decirse que soy asquerosamente delicada, me dan repulsión muchas cosas, hasta mías. Pero bueno, después de años de usar aparatos, te acostumbrás. Y no pienso detallar este episodio porque entre que es embolante para todos y no aporta nada interesante al relato, es totalmente innecesario.
Tercer Capítulo: bien, a ésto quería llegar. A la cumbre snob de mi día (si se preguntan por qué repito esta palabra, por qué hago hincapié... no es precisamente para hacerme la snob -me justifico por el simple hecho de que conozco gente con pretensiones de llegar a esa instancia- si no gracias a una charla con mi compañera de banco y amiga en que yo mencionaba la exposición ArteBA y mi concurrencia del año pasado, y ella me trataba chistosamente de snob). Y, efectivamente, ésta es mi asistencia a la nueva edición de esta exposición. Aquí es donde comienza mi crítica y mis burlas hacia el ámbito snob y el famoso "Panem et Circum" ("Pan y Circo").


1) El Arte

Intentar definir al Arte es una aberración al Arte mismo. Pero, la verdad, vivo cometiendo aberraciones (pufff, qué exagerada). Y el Arte se compone de aberraciones. Así que convirtamos esta vez a éste en víctima de ellas.
Regresando a la memoria viejos conceptos y actualizándolos, podría decir hoy que el Arte es una manifestación estética de una emoción, sentimiento, pensamiento... Y con estética no me refiero a "linda", claramente, si no a que es posible darle características de belleza, fealdad, calidad. Creo que hay tres criterios básicos para evaluar una obra artística -la calidad de su técnica, el contexto y el significado- que funcionan para todas las ramas, las cuales actualmente se combinan formado entramados más que interesantes, y muchos despreciados por los artistas tradicionales apegados a las primeras formas: la Pintura, la Escultura, la Arquitectura, la Literatura, la Música, la Danza, el Teatro; y, a posteriori, la Fotografía y el Cine. Ahora bien, siendo el Cine, por ejemplo, una rama derivada de la evolución de la Fotografía (que a su vez ya tenía un antecedente en captación visual en la Pintura), el Teatro, la Música y el sonido en general, gracias a la aparición del celuloide y otros equipos, y aceptada como manifestación artística, ¿por qué no incorporar como ramas a otras actividades que surgieron también con las nuevas invenciones, como el diseño gráfico? ¿Y otras ya tradicionales, como la perfumería, la peluquería, la cosmética y la cocina -sí, la cocina-, que todavía no han sido contempladas oficialmente como ramas del Arte?
Volvamos, ahora sí, al tópico central: los criterios para criticar una obra artística.

a) La calidad de su técnica. Es la realización correcta de algo, el trabajo que posee una obra, lo agradable que resulta a los sentidos. Por ejemplo, en una pieza musical, la claridad de su sonido; en una pintura, la distribución de las pinceladas; en una obra arquitectónica, las proporciones... Según este criterio, podría decirse que la pieza es bella o no lo es.

b) El contexto. La aplicación que se le da a la obra, la función que cumple en un entorno. Hay obras que pueden tener calidad, estar bien realizadas, pero su belleza o fealdad varían considerablemente según la combinación que se le dé. Tal podría ser el caso del arte decorativo: un azulejo, un mural abstracto de colores...

c) El significado. Sin duda, el mensaje de la obra. No es sólo el que quiere dar el autor, si no también la interpretación del receptor.

Es preciso aunar estos criterios para analizar una obra en su totalidad. La relación calidad-contexto ya está descripta, pero ese no es el caso de la que une a la calidad con el significado. Posiblemente una obra sea de muy baja calidad, dé mala impresióna a los sentidos, pero sea el mensaje el que posee el real valor. Hay, incluso, obras cuya baja calidad fue intencional, para hacer hincapié en el significado.
Toda obra artística posee significado. Ya sea un cuadro excelentemente pintado y con figuras definidas o una serie de manchas que en lo explícito carezcan de sentido; e incluso la copia de una obra, la imitación -por algo elegimos esa obra, ¿verdad? algo queremos transmitir-. Es que el significado proviene de una situación que provocó la existencia de esa obra, de una causa. Sin embargo, creo que vale la pena hacer una aclaración: considero algunos significados más válidos que otros. ¿Por qué?