ASÍ FUI YO

RARA AVIS - Crónica de la evolución de la demencia de un ente que no quiere reconocerse como ser humano, ya que su misantropía y sentimiento de ser ajena a ellos la supera. ¿Quién saldrá victoriosa de esta tortuosa disputa por el control de la vida de la pobre joven? ¿La hipócrita que el mundo se merece o la sincera? ¿La tonta sacrificada o la harta solitaria? ¡Pasen y vean! Son bienvenidos... enjoy the damned show

II
Crónica de mi eterna espera al despertar, de la vida de Lara, una humana en un gran momento de transición, que dice odiar a la humanidad pero se ve fascinada por cada aspecto de ellos: el cuerpo, la mente, el alma... la locura, la sexualidad, la inocencia, los límites...
Huida garantizada.

jueves, 21 de enero de 2010

Problema

No puede ser que tenga problemas con todas mis amistades. Evidentemente el problemas no son ellos, soy yo.


Me hace bien recordarlo.

Supongo que funciona de incentivo.-

martes, 19 de enero de 2010

Niña


Últimamente soy como una niña en Jardín de Infantes, o Primaria.

Con mis textos me siento como recién empezando a escribir. No escribo por inspiración, lo hago por necesidad. Ensayo. Ensayo para cuando sea grande y tenga algo para decir, supongo...

Escribo, como cuando era una nena con su diario íntimo. Sólo que ahora no es íntimo... y es un poquiiiito más críptico.


Y dibujo. Pero hago garabatos. Me siento como una niña en salita de tres a la que le dan unos crayones y mamarrachea lo que le sale.

Y ahí muestra sus sueños e inquietudes la niña.



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martes, 5 de enero de 2010

Misantropía para todos

Es increíble cómo cualquier nabo, teniendo buena ortografía y metiendo un par de conceptos universales, parece tener cerebro.

Larita

domingo, 3 de enero de 2010

Fotos robadas de pelis (remitite a la entrada anterior)











Pelis vistas en cine en 2009

Bueno, no sé si debería hablar de ella ya que al hacerlo me involucro más en el fenómeno de masas en que se ha convertido: sí, me refiero a "Twilight" (Crepúsculo). El caso es que inauguré mi año de pantalla grande con la película basada en el primer libro de la saga de best-sellers de Stephenie Meyer, el cual no me enorgullezco de haber leído. Cuando me lo regalaron estaba ansiosa por leerlo, todavía no era demasiado conocido, lo que pasa es que estaba en mi época de auge de psicopatía y creí que me iba a sentir identificada con la protagonista, por lo que había leído en una reseña. Al principio me gustó, porque yo soy torpe como ella, pero al parecer no me atrapó demasiado: lo empecé en Febrero y lo terminé en Diciembre, y eso que he leído libros más largos en menos tiempo, así que no era tanta cuestión de lentitud mía (aunque no me molesta reconocer que mi ritmo de lectura ha disminuido bastante en los últimos años, tengo muchas dificultades de concentración). La cuestión es que al terminarlo no me había gustado mucho que digamos, aunque en ese tiempo me agradaba más que ahora, lo admito. La historia está enfocada al público adolescente (tiene todos los ingredientes para ser un best-seller), y particularmente femenino, el tema de la conversión de la protagonista hacia el "vampirismo" (para mí esa historia no es de vampiros, admito la innovación en el mundo de los seres fantásticos, pero creo que en este caso Bram Stoker se revuelca en la tumba -aunque no sé si lo quemaron o qué, pero bueno, se entiende) me suena a una alusión a la pérdida de la virginidad, pero bueno, no sé, es lo que se me ocurrió al leerlo. La película me gustó más que el libro porque por lo menos tiene buenos paisajes. A esta altura ya me harté de Crepúsculo, no sé, no vi Luna Nueva, pero ayer estaba mirando el noticiero y vi que en no sé dónde salió elegida la mejor película del año... y para peores en muchos casos las que lo leyeron se hacen las grandes lectoras por haberse leído la saga en dos semanas... andá...
Bueno, le dejo de dar importancia a CrepusCULO y me voy a la segunda película que recuerdo haber visto en cine el pasado año: "Bedtime Stories" (Cuentos que no son cuentos). No había planeado ir a verla, sencillamente me había tomado el colectivo e ido al cine, y estábamos mirando ahí la cartelera cuando nos decidimos por una infantil. La cuestión es que pasé un buen rato, me pareció una linda película, y aunque ahora ya no recuerde demasiado, puedo decir que es estimulante para la imaginación. Luego vi "The Curious Case of Benjamin Button" (El curioso caso de Benjamin Button), la cual sí había planeado ir a verla. Basada en un relato de F. Scott Fitzgerald (también adaptado a novela gráfica), me gustó bastante, además estaba en una época de crisis existencial (para variar) lo cual hizo que el argumento me resultara más interesante. Le siguió "Watchmen" (Watchmen: Los vigilantes), la cual puede ser evaluada desde varios puntos de vista (como todas) pero en este caso me refiero a: como película de idea original o como adaptación cinematográfica de la novela gráfica homónima, de Alan Moore y Dave Gibbons. Hablando según el primer criterio mencionado, me gustó, además los créditos iniciales eran geniales... ahora bien, como adaptación no sabría decir, parecía bastante fiel hasta el final, claro, que los que leyeron la obra completa me dijeron que era diferente. En mis planes tengo releer los primeros diez capítulos (que creo, fueron los que llegué a leer en la computadora), terminarlo y volver a ver la película (al final, si bien era atrapante, tenía muchísimo sueño -malos hábitos para dormir-).
Después no recuerdo cuál fui a ver, quizás haya sido "Felicitas", basada en la historia de Felicitas Guerrero, la joven de alta sociedad de Barracas del siglo XIX de quien se dice quedó su espíritu en el barrio, tras su trágica muerte. Es un retrato de la sociedad de la época y sé que no le agradó a mucha gente. En lo personal, se me hizo un poco larga, no me gustó la actuación de Sabrina Garciarena (protagónico), pero la ambientación me resultó agradable (paisajes, decoración y vestimenta) y las demás actuaciones no me ocasionaron problema. Particularmente terminé con un sinsabor terrible, pero más allá de la actuación de la protagonista, lo que me inquietó fue la historia (y encima, teniendo en cuenta que está basada en una vida) y el comportamiento histérico de Felicitas. Por supuesto, me quedé impactada con el comportamiento psicópata de su pretendiente, al cual compadecí (menos mal que soy mujer).
Quizás después haya ido a ver "Las viudas de los jueves", basada en el libro homónimo de Claudia Piñeiro. Segunda película nacional que veía en el año, también me impactó. Me gustó que empezara por el final y creo haber estado atenta todo el tiempo, particularmente me captaron el interés las reflexiones que provocaron el desenlace.
Ahora procedo a contar mi experiencia con otros tres fenómenos de masas: "Harry Potter and the Half-blood Prince" (Harry Potter y el Príncipe Mestizo), "Transformers II - Revenge of the Fallen" (Transformers II - La venganza de los caídos) y "Angels & Demons" (Ángeles y Demonios). La película de Harry Potter, basada en el sexto libro de la saga de best-sellers de J.K. Rowling, me gustó en sí misma, y no puedo opinar demasiado de cómo fue adaptada, ya que leí el libro hace bastante y tengo bastante mala memoria. Se sorprenderán porque no estoy tratando a Harry Potter como traté a la saga de Crepúsculo, siendo que también es una serie de best-sellers juveniles. Más allá de que crea que Harry Potter puede tener un público más amplio, creo que gran parte del agrado que le tengo proviene de que es un clásico de cuando era chica. Y a pesar de que los primeros capítulos de los libros siempre eran bastante embolantes, la historia me atrapaba mucho. Seguramente haya historias mejores de magia, no sé sobre el tema. Otro dato sobre mi postura ante Harry Potter: me encanta que Voldemort sea un traumado.
La de Transformers fue mero entretenimiento. Trama simple (aunque me copa lo de los robots, teniendo yo tan poca imaginación siempre voy a admirar ese tipo de cosas) y efectos especiales copados. Algunas escenas me hacían gracia (como las de Megan Fox con la moto, bueh...).
Ángeles y Demonios, basada en el best-seller de Dan Brown, también es muy entretenida. No voy a saltar a decir que es el mejor escritor que existe, obviamente. El primero que leí fue el por demás controvertido "El Código Da Vinci", después éste y por último "La Conspiración", y todos me atraparon. Tienen trama sencilla, no son nada del otro mundo y está claro que el tipo la supo hacer tratando temas como organizaciones secretas religiosas, pero mantiene el suspenso e incorpora símbolos y datos atrayentes. Creo que con "Ángeles..." descubrí los ambigramas. ¡Son geniales!
Volviendo al cine "diferente", por esas fechas también vi "Cuestión de principios". Otra peli argentina, con guión de Fontanarrosa, me dejó bastante satisfecha. Me gustó ver algo simple pero bien desarrollado, hay personajes entrañables y buenas actuaciones. O sea, me gustó la diversidad de perfiles psicológicos que existían, enmarcados en la cotidianeidad porteña.
"My Bloody Valentine" (Sangriento San Valentín) la vi porque no sabía qué otra cosa ver y tenía ganas de ir al cine. Lamenté mucho no haber llegado a verla en 3D, todo porque la sacaron para poner "Final Destination" (Destino Final 4). La cuestión es que es lo único más cercano al gore que vi hasta el momento, además es la remake de una peli canadiense homónima de 1981. La historia puede ser entretenida, es visualmente copada (si te gusta la lluvia de sangre) y está llena de minitas -como rubias tetonas-. Leí por ahí que la experiencia 3D con esa peli cambiaba mucho la opinión del espectador.
Le tocó el turno a "Inglorious Bastards" (Bastardos sin gloria). Fue la primera de Tarantino que vi, pero por lo que me dijeron, lleva el sello completamente. La verdad es que fue una de esas películas que DISFRUTÉ ESTAR VIÉNDOLA, eso es raro en mí, porque generalmente me gusta más algo cuando ya terminó y lo recuerdo y analizo. La fotografía de la peli me gustó, buenos colores, escenas copadas. Los diálogos eran geniales y la vuelta de tuerca de aberración histórica sorprende (quien la haya visto supongo que entenderá esto).
Mmm... después de ésa habré visto justamente "Shorts" (La Piedra Mágica) dividida en capítulos como "Inglorious...". Si bien estaba bastante en otra cuando la vi, me gustó, es muy loca, me sonó a "una de esas pelis que llevaría a ver a mi hijo si lo tuviera". Otra cosa que me llama la atención es como Robert Rodríguez va de las infantiles flasheras como "Spy Kids" (Mini Espías) y esta, y otras de acción y/0 gore (como "Planet Terror", que la tengo pendiente para ver).
Alejándome de lo yankee quise ver "Los abrazos rotos", de Almodóvar. Como me pasó con Tarantino, fue la primera película que vi de este director. Me gustó por la profundidad psicológica de los personajes, así como el hecho de que la historia girara alrededor de un artista. Aun así, creo que debería ver otras obras suyas para captar mejor el sentido.
Otra nacional: "Boogie el aceitoso", basada en las historietas de Fontanarrosa. También entretenida, el personaje de Boogie es genial y considero que no para todo el mundo, tiene un humor fuerte. Con respecto a la adaptación de cómic a film no sabría qué decir, ya que no leí muchas tiras del mismo. No sé tampoco cómo habrá sido la experiencia 3D.
Vamos con "50o Days Of Summer" (500 días con ella), una romántica atípica a mi criterio. Los creadores bien te lo dicen: "No es una película de amor, es de desamor". Y sí, es terrible, y más si la ves con tu novio/a. O sea, te rompe el corazón. Me gustó la manera en que estaba filmada, la música, la idea... y la dedicatoria.
Y la última que vi en el año en cine creo que fue "Fantasma de Buenos Aires". No está de más aclarar que es nacional (che, podría ser sobre Buenos Aires y ser de otro país). No tuvo la repercusión de las argentinas anteriormente mencionadas. Me gustó, aunque la agarré empezada y el sonido era bastante malo -me terminé acostumbrando-. La idea era copada, pero extrañamente me resultó más digna de una serie.
Me dejé algunas para el final: las 3D. La primera vez que vi una película en 3D digital fue a mediados de año, cuando se estrenó "Up" (Up, una aventura de altura) en el Cinemark Palermo. Creo que esa película se caracteriza por la ternura, te invita a soñar y la música ayuda (me hice adicta a un fragmento de la ópera Carmen por Maria Callas por una escena). En cuanto al 3D, me gustó pero no fue lo esperado. O sea, se veía todo con mucho detalle, pero nada más.
Pasamos a Destino Final 4, antes mencionada apenas. Esta película fue la que en 3D más me gustó del 2009, porque me volaban cosas a la cara. También fue la primera que vi de la saga de Destino Final, me dijeron que la trama siempre es la misma, que es muy repetitiva, pero al ser nueva para mí y encima en 3D, no me aburrí en absoluto. Obviamente salí sugestionada, y eso me gustó más porque la película tuvo más alcance que la sala en sí misma.
La última que vi en 3D fue "The Nightmare Before Christmas" (Pesadilla antes de Navidad/El extraño mundo de Jack), cuyo real director fue Henry Selick y no Tim Burton (está basada en dibujos suyos y fue productor, si no me equivoco). No fue inicialmente creada para esta tecnología, se la adaptó para ella. Me gustó mucho el 3D -no como Destino Final porque no me voló nada a la cara, sólo una calavera- porque se veían muchos detalles. Además, fue una oportunidad para ver la película en sí misma en pantalla grande, ya que sólo la había visto por televisión. Lo mejor de todo fue que hubo ruidos (que en realidad no me perturbaron demasiado el ver la película...) ¡y nos reintegraron la entrada! (en el Abasto).
No puedo creer haberme olvidado de "Die Welle" (La Ola) siendo la otra película del año en cine que tanto disfruté ver. Otra estadía en el cine no tan planeada, sencillamente tenía ganas de ir, y él me dio un par de opciones. Elegí ésta y no me arrepentí. No tenía ideas de qué trataba pero desde el comienzo me convenció, muy buena y mejor aun para ver antes de una evaluación de regímenes totalitarios.



La verdad es que me quedé con ganas de ver unas pelis en cine, como "Coraline", la cual terminé viendo en DVD (basada en la novela homónima de Neil Gaiman, y también adaptada a novela gráfica, con ilustraciones de P. Craig Russell), y la sueca "Låt den rätte komma in" (mal traducida acá como "Criatura de la noche", en inglés es "Let The Right One In", y parece más acertado).
También vi muchas por televisión, y en DVD... pero fueron tantas que casi no recuerdo. Igual, vamos por más cultura cinematográfica, que mucho me falta -y mucho me gusta-.









viernes, 1 de enero de 2010

Otro asqueroso balance del año (Fotos Noviembre)

Otro asqueroso balance del año (Fotos Octubre)






Otro asqueroso balance del año (Fotos Agosto-Septiembre)





Otro asqueroso balance del año (Fotos Mayo-Junio-Julio)





Otro asqueroso balance del año (Fotos Abril)



Otro asqueroso balance del año (Fotos Marzo)




Otro asqueroso balance del año (Fotos Febrero)



Otro asqueroso balance del año (Fotos Enero)








Otro asqueroso balance del año Parte II

Lo transcribí porque realmente forma parte de mi 2009. El 2009 fue un año que empecé melancólica, totalmente expectante, nostálgica, y llena de otras emociones contradictorias. Me recuerdo tomando vino y hablando impregnada de esperanzas de mis proyectos con mi viejo, diciéndole que el año que empezaba probablemente fuera el del "Artista", haciendo referencia a ambos.
Mirando en retrospectiva, no sé qué pensar. Fue el año de lo nuevo, definitivamente. Debo reconocer que no salí de mi miseria, pero experimenté muchas cosas. En Enero, los encuentros con él que pasaron de la "clandestinidad" a lo "legal", vagar por Parque Rivadavia, tomar café con leche en la infame pizzería, ir a la fonoaudióloga, mi primera y única vez en una pista de hielo, un intento de robo que pasó al conocimiento popular, sacar fotos en la plaza del barrio; darle oportunidad a una amistad incipiente y arriesgarme a encuentros con personas que había conocido vía MSN. Los bosques de Palermo, el balcón y la reasignación de un significado al extraño CD "Dark Side of the Moon", intentar vencer mi timidez teniendo un diálogo bastante prolongado con una chica que acababa de conocer en una fiesta y con quien increíblemente sentí afinidad, la cual hoy prosigue; crisis existenciales y vagabundeos por las calles del barrio al son del CD "The Piper at the Gates of Dawn", disfrutar del aire, encuentros con amigos, vidas pasadas. Más allá de las fotos digitales de ese mes, aún conservo el dibujo de un fénix, una grulla, un mazo de cartas Magic y el MSN de la chica que conocí en la fiesta. Como banda sonora... ya hablé de Pink Floyd al mencionar dos de sus discos -ambos emblemáticos a mi criterio- y tenemos el tema "En el hospicio" de Pastoral. Si hacemos referencia a la literatura, hablo de "El Fantasma de la Ópera" y "Él Túnel".
Aunque me estoy olvidando, claro, de mi extracción de muela y mis noches con hielo en la mandíbula, con mi boca apestando... y revoluciones dentro mío, en mis órganos.
En Febrero comenzó mi época cinéfila que espero que no se acabe. O quizás la retomé. Fue la segunda vez en el año que fui al cine, y la primera vez que fui con él. "Cuentos que no son cuento" terminamos viendo tras ir al Cinemark Caballito improvisadamente. También fue el turno de "El curioso caso de Benjamin Button" (qué raro que llegué a verla en cine) y de los Nescafé esos de máquina, de varios gustos. Y la época del auge de mi conexión extraña con los niños pequeños (¡vaya exceso de eñes!). Colectivos, largas caminatas, Lara en el cielo con diamantes, Campos de fresa para siempre, gnomos. ¿Libros? No recuerdo, sé que estuve leyendo pero no qué.... quizás haya empezado 1984, que me dio vuelta el marote.
Marzo... da... Marzo. Ese mes al que le guardo un recoveco especial, porque desde hace un par de años siento que me cambia mucho. Y bueno, con Marzo di por terminados mis dos meses de tranquilidad. Increíblemente el fin de mi tranquilidad coincidió con el fin del verano, por primera vez. Solía detestar el verano, pero este fue especial. De hecho, creo que son los únicos dos meses que podría detallar tanto. Porque de Marzo en adelante no guardo recuerdos muy agradables, en verdad, fueron épocas completamente intermitentes. Aunque ustedes hayan seguido algo mi vida de este año por este espacio o bien porque me conocen, o capaz porque me espían a modo psycho, uno nunca sabe. Casualmente, algo que me olvidé de Enero es la creación de este "Chronica Dementiae". Volviendo a Marzo: música árabe sonando en mis oídos, cafés -sola y acompañada-, lectura (recuerdo a Demian y quizás haya sido el nacimiento de Nástenka en mi vida -Noches Blancas, cuento largo de Dostoievsky-)... Ahh, qué idiota, había olvidado una experiencia nueva: leer un cómic. Bueno, está bien, todavía no lo terminé, pero es que me da mucha paja leer en la máquina. Fue "Watchmen" y los 9 o 10 capítulos que llegué a leer se desarrollaron ante mi vista en una noche que incluyó la madrugada -y una hermosa cucaracha-, una siestita en el sillón y en la cama de mis viejos por... ¿dos horas? Levantarme temprano, ducha, ser la única mina entre todos tipos en el Abasto (para variar, pero esta vez era una salida nerd), película, colectivo, capelettinis... casi dormirme arriba del plato... despertarme de pronto en la madrugada con sensación febril. Estar enferma hasta... empezar las clases. Sentirme aislada del curso, sola con mi compañera de banco en el PRIMER BANCO DE LA PRIMERA FILA. Cómo odiaba esa ubicación... y tener en la otra punta a ellos, a quienes sentía distantes, no comprendía su comportamiento y temía perder el vínculo que nos unía. Problemas en la comunicación con él, primera vez que viajé en subte sola y me pasé de estaciones, seguí una corazonada suya. Replanteos... frustraciones con relojes.
Por esos meses también me aventuré a otro encuentro en Palermo, esta vez conocí a un amigo de él con quien también todavía me llevo y espero seguir llevándome. Andanzas universitarias. Altercados con especímenes de alto nivel de repulsión de mi entorno colegial. Disyuntivas. Distancias. Celos. Resentimiento. Desconfianza. Fantasmas del pasado.
Mi primera vez en el mundo de los juegos de rol: casas de gente que conocía hace poco, viajes en colectivos nuevos o poco frecuentados para/por mí. Zona de Congreso, llegué al lugar para jugar y me encontré con una sorpresa: un nuevo integrante en el grupo y nadie me había avisado. Genial, otro más delante de quien realizar un horrible desempeño en rol... Bueno, por lo menos terminé llevándome bien con él. ¡No resultó tan amenazante como creía! Mate cocido antes de jugar, tras mi semana de descompostura en el colegio juuusto antes de una prueba que me resultaba terrorífica; almendrados. Capítulos de Héroes, ingestión de Ferrero Rocher...
Casa de mis abuelos, cuentos de Oscar Wilde y de Poe, gatos negros, más capuccinos sola y cafés acompañada. Feria del Libro con un dúo de cubitos de hielo con los que me reí y mucho; me salí con la mía. Más disyuntivas. Andanzas con él por Parque Rivadavia, cehtro. Espejos... Película de esos meses: "Los Amantes del Círculo Polar".
Llegamos al receso de Julio y la infame "Gripe A". Pero pará, porque me olvidé de hablar de algo. En realidad no me olvidé... decidí dedicarle al menos un párrafo a esto: las diferentes muertes que azotaron estos meses. El 2009 me trajo muchas experiencias nuevas y la Muerte decidió no mantenerse lejos de ellas. Se quiso expresar ante mí y hacerme reflexionar y se llevó a tres personas de mi entorno. Una de mi entorno familiar, la otra del barrial y la última que recuerdo del año, del colegial. Diferentes fases de un mismo entorno: algunas más cercanas, claro, pero todas me llegaron de cierta forma. Creo recordar que la primera fue la de mi abuelo, en Mayo. Me acuerdo de que ese día había visto en Derecho el fin de la existencia de las personas físicas. Curioso. Cuando mi vieja me lo dijo quedé impactada y me puse a intentar hacer ejercicios de matemática. Debo reconocer que era algo que me veía venir: creo no tener ningún recuerdo de él con buena salud. Además tenía ya un aspecto bastante... ¿enfermizo? de por sí... Y lo digo porque yo lo heredé. Tengo una palidez bastante cadavérica (no es por hacerme la darkie, eso ya pasó... quien me conozca puede afirmarlo). Él había zafado de varios ataques al corazón y complicaciones y yo había aceptado su muerte mucho antes de que pasara, cuando hubo una excelente imitación de ella hace unos años, falsa alarma. Lo que me dolió mucho en lo personal fue no haberlo podido conocer más... y me hizo mierda ver mal a mi familia. Esas fueron las repercusiones de su muerte, las de largo plazo y las instantáneas...
Creo que a la muerte de mi abuelo le siguió la del hombre de mi barrio. Sinceramente esas muertes ocurrieron muy cercanas y era una época de puro estrés y debilidad, recuerdo enfermarme muy seguido. En verdad, corroborando fuentes, encontré que la de este hombre fue anterior a la de mi abuelo, en Abril. Estaba una noche hablando con una amiga (la de la amistad incipiente) cuando me dice que parecía que habían matado a un hombre cerca de mi colegio. En eso un amigo -era raro que estuviera conectado a esas horas- me contó que había tiros en la zona de su casa. Enciendo el televisor y me encuentro con un terrible bardo en mi barrio. Recuerdo haberle contado a mi viejo y notado su casi impasibilidad en el rostro, es decir: es un tipo sensible, pero sabía que no había sido el único muerto en el barrio en estos años. La cuestión es que fue una semana de terrible agitación: mi postura ante el asesinato de un padre trabajador de familia a manos de un pendejo menor de edad de una villa de emergencia me aisló y me puso en contra de varias personas en diversas ocasiones. Días de bastante soledad, claro, teniendo en cuenta que la gente de mi entorno -no toda, está bien, pero sí la mayoría- quería pena de muerte y hablaba encarnizadamente, en muchos casos sin saber. Concurrí a la primera marcha que se realizó, al día siguiente del asesinato, y me fui asqueada. Comprendía el dolor de la familia, claro. Pero no eran ellos los que me asqueaban, si no la gente estupidizada creyendo que una única medida de tal violencia acabaría con la violencia; los idiotas cabezas huecas, esos energúmenos que me habían estado jodiendo esos días, caminando luchando por la seguridad... Jajaja, qué ironía. Me molestaba que se hiciera alarde de una unión entre los habitantes del barrio, cuando esa unión era inexistente, salvo, claro, casos excepcionales en los que existe una verdadera solidaridad.
Creo que por Junio llegó la última muerte que me impactó mucho del 2009. Es que las circunstancias fueron extrañas. Era Lunes, estábamos en otro aula por cierto tiempo, nos faltaba tener la última materia (Teoría de las Organizaciones) para irnos. Subió la preceptora, a la cual no le gusta subir las escaleras, a comunicarnos que la profesora no había ido y que estaban intentando averiguar por qué. Algunos festejaron; otros nos quedamos con la espina. No era para nada normal que esa profesora faltara: tenía asistencia perfecta, incluso era la secretaria y se pasaba las horas ahí. El colegio era su vida. Era temida y odiada por muchos, aunque también amada por un sector. Sin dudas una tipa controvertida, me acuerdo de la primera vez que la tuvimos. Fue, oh casualidad, la primera hora del ciclo lectivo 2009, por problemas con un profesor. Cuando apareció en la puerta se hizo el silencio y viajaban miradas de un lado a otro. Teníamos múltiples referencias de que en su clase no podía volar una mosca y de que tenías que estudiar de memoria. Yo me descompuse para la primera prueba con ella, no por nervios, si no por algunos motivos que revelé antes, fueron épocas jodidas. La cuestión es que después la di, me tomó exactamente la misma y me fue bárbaro. Incluso me había halagado en la primera clase y yo me había sorprendido, la verdad es que no tengo un perfil de alumna halagada por profesores estructurados (yo me veía venir antes de empezar las clases que iba a tener terribles problemas con ella, por lo que contaban). Una vez yo tenía todo el pelo revuelto -para variar- y ella, cuando me vio, me preguntó si me había agarrado con alguien. Al final, los recuerdos que tengo de trato directo con ella me hacen gracia, fueron momentos divertidos, creo que más que nada por lo inesperados. Una de las últimas clases que tuvimos yo había terminado una actividad y estaba con los ojos entrecerrados, relajándome, no durmiendo. Cuando los abrí completamente y miré al entorno, e indagué, me enteré de que ella había creído que yo estaba dormida y me había dejado dormir, cosa completamente extraña en ella. También recuerdo la vez que contó sobre sus problemas con los dientes, me quedó muy marcado.
La cuestión es que ahí estábamos, esperando para entrar a los Talleres en contraturno: mi compañera de banco, un amigo y yo. Buscábamos señales en las caras de los profesores y preceptores, hasta que nos convocaron a todos los cursos a la SUM (Sala de Usos Múltiples) y nos dijeron que había fallecido. A mí se me escaparon unas lágrimas, reconozco... Mucha gente cree que soy fría y la verdad es que aunque esto sea falso, si se guiaran por mis síntomas, sería bastante lógico. No soy de llorar mucho. Sin embargo, este año tuve épocas de glándulas sensibles. Me acuerdo de que nos volvimos mi compañera, mi amigo, otro amigo y yo, caminando y charlando sobre el tema. Declaramos que nuestro curso era "yeta" y pensábamos en lo triste de llegar solo a la edad que tenía esta profesora. Triste soledad.
Ahora sí. Receso. Rechazo de algunas salidas, aceptación de otras. Exposición de Dalí en el Abasto con él y un amigo, ése que conocí en Palermo; abandono de la ahora sí infame pizzería en la que solía -y amaba- tomar café con leche y estaba llena de recuerdos; colectivos vacíos; cine; día del amigo bastante extraño con la chica que conocí en la fiesta en Enero, estábamos las dos empacadas con el mundo y nos quisimos juntar. Trasfondo literario: libro "El Anarquismo" de Daniel Guèrin, cuentos de Lovecraft.
Soñé que era una aguja. Chocolates, trabajos prácticos a último momento, cafés y alcohol en gel para una pandemia en la que creía pero me resultaba insoportable su efecto en la gente, tanta paranoia...
Agosto trajo más paranoias y celos y discusiones y problemas e intentos de competencia por gente absolutamente inepta. Intentos de ver las relaciones de otra manera, groupies... dibujos. Sí, no recuerdo si fue en Julio o Agosto ahora, que empecé a dibujar (bueno, a hacer mamarrachos). En ese sentido puedo considerar que el 2009 supuso un avance artístico, me tiré a ese arte para el cual siempre había sido pésima. Empecé haciendo lo que me salía, vomitando bosquejos. Cuando noté que me gustaba me puse a copiar imágenes de otros lugares, como libros de la Biblioteca Roja de Anteojito (sí, señores, me encanta), o de uno de mitología griega para niños de cuando era chiquita -y sabía más de mitos que ahora-, y a jugar con los colores. Trazos gruesos, lápices pasteles, crayones pasteles, capuccinos sola, explicaciones en la casa de un amigo al son de Zeppelin, AC/DC y The Doors. Cafés acompañada, películas acompañada. Creo que fue ese mes en que volví a ver Amèlie, esta vez con él. ¡Ah! y si no me equivoco vino un grupo de teatro a representar "Bodas de Sangre" de García Lorca a mi colegio... qué mañana aquélla. Banda sonora: "If", "Sysyphus I", "The Nile Song", "Ibiza Bar", "Corporal Clegg" de Pink Floyd. Literatura de la época: "El Mercader de Venecia" para el colegio, "Bodas de sangre", "La zapatera prodigiosa".
Septiembre: qué hermoso se lee y suena ese mes. El nombre, digo. La "p" queda muy bien en "Septiembre". No me acuerdo bien, pero sé que seguí con los dibujos, fue su cumpleaños... Mi primera y única vez en el Guitar Hero, andanzas en el Parque Rivadavia, capuccino sola y escritos, salidas con amigos, "Bastardos sin Gloria" en el Abasto. Más celos, más paranoias, más retornos de fantasmas del pasado.
Octubre no es un mes que recuerde particularmente. También estuvo plagado de dibujos y capuccinos, y salidas con él. ExpoUni, casas, fiesta en lo de un amigo, celos y paranoias. Quizás haya visto Coraline, no recuerdo. Café con licor de chocolate...
Noviembre fue estresante. Ya faltaba poco para terminar el colegio: excursión a Wilde, integradoras, lección oral de Derecho, trabajos prácticos, aislamiento, encuentros bochornosos, explicaciones de contabilidad, llamados telefónicos, discusiones, baja autoestima, mosquitos, brownies, cuentos de Poe y leyendas de Bécquer. Lo cerré con la obra musical de "El Fantasma de la Ópera", mi primera vez en una obra de teatro de ese calibre.
Y llegamos a Diciembre, cruzando el Puente Uriburu caminando, con más integradoras y el recital de AC/DC. Mi primer gran recital, en campo y en medio de pleno pogo. Otra vez la única mina en una salida de hombres. Auriculares, cafés, último examen en la Cultural Inglesa. Ateneo y música inquietante, novelas gráficas, andanzas por el centro, Palermo, reafirmaciones de ciertas amistades e intentos de nuevas. Otra vuelta de tuerca, Las penas del joven Werther y Bóvedas de Acero. CD's de Iron Maiden. Cafés y comidas (sí, repetí la palabra "cafés"), nervios, estrés. Otra vuelta de tuerca, pero esta vez no el libro, sino en mi vida. Felicitaciones de mucha gente; decepciones de mis más queridos. Cine, inscripción, entrega de notas. Reflexiones y redescubrimiento... aceptación, resignación y entrega. Turrones y alcohol.

Y así fue mi año. Transcurrió entre películas, enfermedades, música, libros, muertes, manifestaciones, fiestas, salidas, cervezas, gaseosas, casas, dados de más de seis caras, fichas de personajes, almendrados, colectivos. Descubrí muchas cosas, intenté abrir mi mundo, darle oportunidades a ciertos vínculos, ya que empecé a notar degenerados algunos. Nos vemos.

Otro asqueroso balance del año.



Hacía mucho que tenía ganas de escribir, pero generalmente las cosas se me ocurren cuando estoy caminando, y no tengo papel y lápiz. Debería empezar a cargar con ellos.... pero la verdad es que tampoco es muy cómodo detenerse por calles inhóspitas. Creo que no es muy sano... aunque todo sea por la literatura, ¿no? Bah, mis textos no son lamentablemente literarios, son asquerosas crónicas periodísticas que ni siquiera cumplen con sus rasgos, si no que están impregnados de recursos literarios baratos.

Ahora bien, suelo necesitar mucha concentración. No la hay, pero si no, no escribo más. Así que a bancarse los fuegos artificiales y a organizar ideas, o mejor: vomitarlas.

2010... suena raro. Lo que me resulta curioso es que festejemos (o nos quejemos) del Año Nuevo. Siempre fui muy desconfiada de las fechas, nunca les concedía importancia. Festejaba por inercia, pero la verdad es que actualmente mi opinión fue cambiando. Hay fiestas que me irritan y otras que me agradan, pero todas me hacen reflexionar. Sé que son apenas unos días más, sé que no tienen un valor intrínseco (o eso creo), pero es muy difícil que éstas pasen inadvertidas ante nuestros sentidos por el valor social. Con respecto a las fiestas de Año Nuevo, pienso que quienes habitamos este planeta lo tomamos como un motivador, un factor que nos brinda entusiasmo para cambiar las cosas... también una excusa para demorar un cambio en nuestras vidas (ejemplo típico: "El año que viene voy a estudiar y no pienso llevarme materias).

Pero bueno, en mi caso también tengo mis cumpleaños por esas fechas... y Diciembre de por sí suele estresarme y hacerme reflexionar. Bueno, en realidad creo que Diciembre es una excusa para reflexionar más de la dosis mensual recomendada. Para peores, tengo alma nostálgica... es por esto que no puedo evitar hacer una especie de análisis del 2009, año tan especial en muchos sentidos...

Para empezar, un texto inconcluso de hace unos meses:

"Quiero escribir. Bueno, no sé si quiero. Necesito escribir. Ahora bien, ¿dónde? Las condiciones no son favorables, ni en casa ni afuera. Pero opté por afuera.
¿Dónde es afuera? Mi barrio.
MI barrio. Ese pronombre es uno de los temas a debatir: MI, pronombre posesivo, primera persona. ¿Existe algo verdaderamente propio? ¿O es un muero invento para acortar las cosas? Además, supongo que el "mi" implica algo de relación. "Mi amigo": empatía; "mi enemigo": apatía.
Pero, ¿qué es "mi barrio"? Yo no me siento perteneciente a él. Yo sólo vivo en él, duermo en él, estudio en él, yo sólo paso el ¿75?% de mi vida en él. Vale aclarar que me estoy refiriendo a un barrio de clase media baja, para luego aclarar que no es éste el factor condicionante: ni yo soy de clase alta ni me siento perteneciente a un barrio de ésta. De hecho, sería divertido imaginarme allí: yo no soy femenina, yo no tengo buenos modales, yo no pertenezco, ni a este barrio ni al que tenga esas características, o quizás pertenezca a todos y por ello el veredicto es que no pertenezco a ninguno.
Sin embargo, es probable que yo no haya emprendido la caminata hacia esta plaza, en los albores de la noche, para decir esto. Pude haber venido a liberar muchas cosas. Pero ya que estamos, sigamos con esto de la pertenencia: hace unas semanas se jugó el partido de fútbol de Argentina contra Uruguay, y, ¡ay!, las estupideces que uno tenía que escuchar. Que vinieran a preguntarte en el recreo por tu postura con respecto a éste, era sublime, y más si sos "antideporte" y tu mejor amiga es amante de Uruguay.
Si soy o no antideporte es en realidad algo que desearía tratar después.
La cuestión es, en realidad, que hay dos cosas que no soporto y que el fútbol reúne, y éstas son: la competencia encarnizada y el fanatismo. Sobre la competencia tengo demasiado para extirpar, así que mejor vayamos con el fanatismo: yo fui fanática. Y quizás todavía lo sea. Aunque lo dudo realmente, si hay algo quizás admirable del fanatismo, es la pasión. Pero... ¿esa pasión del fanatismo, proviene acaso del conocimiento o de la ceguera? ¿Todo fanatismo implica una idealización, y, por tanto, una ceguera?"...