Suele decirse que la curiosidad mató al gato. Y bueno: a veces uno prefiere no saber, y otras considera que es mejor el conocimiento que la ignorancia.
La curiosidad y la necesidad de no perderse de nada te lleva a retorcerte de repulsión e indignación,
y a fantasear con un homicidio -vaya exageración-.
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PALOMAS MENSAJERAS